Hay que vivir sin imposturas Vivir de modo que con el tiempo Nos lleguemos a ganar el amor del espacio, y oigamos la voz del futuro.
Hay que dejar blancos En el destino y no en el papel y en los márgenes anotar Pasajes y capítulos de la vida entera.
Debemos sumirnos en el anónimo Y ocultar en él nuestros pasos Tal como se oculta el paisaje Tras una niebla espesa.
Otros siguiendo tus huellas, frescas Recorrerán tu camino palmo a palmo, Pero tú mismo no debes distinguir La derrota de la victoria No debes renunciar ni a una brizna de ti mismo.
Tú debes estar vivo. Solamente vivir Hasta el final.
Ayer estaba pletórica, vuelo, hotel, todo planeado. Habría cantado Il sole esiste per tutti hasta el fin del mundo. Pero hoy un email de algún incompetente me amarga el día, yo que ya empezaba a planear el viaje minuciosamente. Según ese email el vuelo no está reservado, y que le contrate otro ¿Pero cómo señora si entro en la web de la aerolínea y todo está ultraconfirmado con todos sus datos y demás?, ¿A quién hago caso a la aerolínea que es la que me lleva o a el intermediario? En fin, respira, piensa Roma, Roma, Roma...
Jamie Oliver siempre ha tenido algunos ingredientes para no ser santo de mi devoción. Para empezar, siempre he pensado que de no ser inglés no tendría tanta fama como tiene, creo que en cualquier país con mejor tradición culinaria sería alguien normalito y no gozaría de tanta "veneración" (en resumen, en el país de los ciegos el tuerto es el rey). Más gracia me hace que encima tenga veneración en países donde probablemente hay mejores cocineros, pero si ese país se llama España entonces lo raro sería que el público valorara realmente a un cocinero español y no a cualquiera que venga de fuera (de Essex, concretamente). Ahí, con glamour. Que sí, puede verle un cierto encanto personal y probablemente más sex-appeal (tampoco es que se lo vea en exceso...) que el típico cocinero televisivo, pero que siempre he tenido la ligera impresión y prejuicio de que estaba sobrevalorado (encima me hace una paella con chorizo y bacon, no tengo nada en contra de la experimentación ni soy ultra-purista pero ¿Paella con chorizo?, ¿Qué necesidad tienes de llamar paella a eso?). Que conste que no me disgusta Jamie Oliver, simplemente creo que es bastante marketing...
Dicho ésto, me parece interesante su último programa que se estrena hoy en Estados Unidos: Food Revolution. Jamie Oliver se va a Huntington, West Virginia e intentará cambiar algo sus hábitos alimenticios. La cuestión es que al pobre hombre parece que no lo van a recibir muy bien...
- Promo general: Comer bien es una cuestión de vida o muerte. Jamie va a encontrar "resistencia" y el típico comentario de persona que come mal y que cree que las personas que se alimentan mejor comen lechuga todo el día o se dedican a hacer la fotosíntesis... ¡Puedes intentarlo todo lo que quieres pero no lo vas a conseguir! Estupenda motivación. Los niños comen pizza para desayunar. La cocinera del colegio tiene esa típica actitud de "va a venir este muchachito inglés a decirme cómo tengo qué hacer mi trabajo". Momentos de lagrimillas y de Jamie como salvador de toda una ciudad... Dios, cómo saben estos americanos tocar la fibra sensible...
- Los niños no saben identificar las verduras y hortalizas.
- Las patatas fritas no cuentan como verdura...
- ¿Leche rosa?
- Pizza para el desayuno.
- ¿Esto es una patata?
- Entrevista en la radio de Huntington. Jamie Oliver presenta su proyecto.
"Sois la ciudad menos saludable de Estados Unidos de acuerdo con una estadística del Gobierno basada en la muerte." "No queremos ir comiendo lechugas todo el día" "¡No os voy a cocinar lechugas!" "(...) No creo que tengas que venir aquí y decirnos qué hacer, quiero decir ¿Quién te hizo rey?" "Realmente tengo un problema con que el chico venga la ciudad y nos diga cómo debemos llevar nuestras vidas." "Creía que sólo había bastardos miserables así en Inglaterra". "Puede intentarlo tanto como quiera, no creo que lo consiga".
Ya tenemos el drama necesario para todo reality y bailoteo.
Aunque creo que lo mejor va a ser Jamie Oliver con las cocineras del colegio...
Ayer M. me dijo que se había enamorado de Madrid, y que algún día volvería. Yo le dije que a veces me gustaría no ser de Madrid para poder haberme enamorado de ella así, de repente, llegando a los 18 años desde otra ciudad. Es una tontería como un piano, porque ya estoy enamorada de mi ciudad igualmente y ¿Quién me iba a decir que no la odiaría? xD. Pero pensaba en lo que sería venir de otra ciudad y descubrirla... Y me gustaba la idea...
PD: Me había hecho un blog nuevo. Pero luego me he acordado de éste que había abandonado hace meses y en el que tenía unas pocas entradas. Así que lo vuelvo a retomar en vez de tener tropecientos...
Ya se sabe que hay gente a la que acompañarías a casi cualquier sitio. Hay personas que cuando te llaman para quedar sólo sueltas un "Sí" antes de escuchar el plan. Porque hasta estar sentada con ellas en un banco es la mayor aventura de todas. Mientras, otros planes perfectos con personas menos interesantes (o que no te interesan tanto XDD) se convierten en noches para olvidar.
Ya se sabe que E. es una de esas personas que yo acompañaría a casi cualquier sitio. Esta vez me soltó "Vamos a ver a un amigo mío cantautor", pero me podría haber soltado vamos a dar un paseo, o ayúdame con esta práctica tan puñetera o vuelta a uno de esos intentos de ser originales cuando día tras día nuestras demostraciones culinarias se reducían a pasta-pasta-pasta (que conste que era por falta de tiempo y no de talento culinario xDD). Una enseñanza de esto ¡Casi todo se puede combinar con pasta! Cuando me llamó lo que menos me importaba es si su amigo cantautor me iba a gustar mucho, poco o nada (hombre, tenía mi curiosidad), qué tal nos sentarían las enchiladas en el mexicano o la demasiada margarita...
En fin... no sé si hoy estoy más sensible de lo habitual, pero esta canción (y todas las otras que ha tocado) es absolutamente preciosa: Andrés Suárez y Tontxu - Números Cardinales
Este año fuera propósitos, a vivir y a ser feliz! El resto llegará...
525,600 minutes, 525,000 moments so dear. 525,600 minutes How do you measure, measure a year? In diapers, report cards, in spoke wheels in speeding tickets in contracts dollars in funerals and births. five hundred twenty five thousand six hundred minutes. how do you figure our last year on earth? figure in love figure in love figure in love measure in love seasons of love seasons of love
Scars are souvenirs you never lose, The past is never far...
Dijo una vez Kate Winslet que una vez que fuiste "la niña gorda de la clase", ya siempre lo eres, no importa lo que hagas, se queda un poso. Supongo que no se refería a que se vea gorda por muy delgada que esté (al menos así no lo interpreto yo) sino a que esa sensación de ser la excluida sigue contigo (ya sea por gordo o por otras razones), aunque ya no lo seas, te hace ver las cosas de otra manera. Lo que fuiste en el pasado te acompaña.
Primer día del año, dos de la madrugada. Debe ser eso de que uno reconoce a los de su "especie" o en este caso, a los de su ex-especie. Durante años en mi adolescencia tuve esa rara sensación de que el mundo no era para mí. Ahora me encuentro con una chica de esas (como yo era antes) que piensan (metaforicamente, claro) que la pista de baile está hecha para que otros bailen, y nunca ellas. Así que una quiere gritarle: "¡Despierta! ¡Eres tú la protagonista de tu vida! ¡Cuando antes te enteres mejor! Créeme..." Pero lo único que pensaría es que has bebido demasiado y que de qué coño vas a hablar tú ¡Cuando no tienes pinta de saber qué se siente sintiendo eso!
Así que acaba la fiesta y vuelves a casa desayunando por el camino, los demás hablan y hablan ¡Qué frío hace! Alguien te manda un sms que suena a despedida. Y piensas, piensas y deseas que no se de cuenta demasiado tarde, porque a ti te parece que tardaste demasiado, y ella ya te saca años. Vas a dormir, y sueñas. Nunca te acuerdas de lo que sueñas, pero hoy, primer día del año, sí te acordarás.
"Algo" te ofrece la opción de recuperar esos pocos años fuera de la pista de baile, mientras todos bailaban. Volverás a ese punto pero recordarás todo lo que ha pasado hasta ahora. Piensas que son pocos años, quizás no merezca la pena, pero ¿Afrontar ese tiempo con todo lo que sé y he vivido hasta ahora? Suena perfecto. Repasas los acontecimientos, nada bueno que no pueda repetirse, siempre fuiste al mismo colegio, tus imprescindibles amigos ya los conocías de mucho antes o podías conocerlos. Te precipitas ¡Es todo tan perfecto! De repente, algo falla ¿Cómo conocer a ciertas personas de los últimos dos años? ¡Sabes que si todo hubiera ido bien (o de acuerdo con tu plan) nunca habrías acabado ahí!, ¡Nunca los hubieras conocido! ¿Y cómo has podido no tener en cuenta eso? ¡Encima vas a tener que recordarlo! Recuerdos de cosas que nunca existieron, de personas que no te conocerán. Parece tarde, quieres volverte atrás y... termina el sueño.
